martes, 30 de marzo de 2010

Cerca...

A casi nada estoy...

De hacerte una poesía, de
Hablarte de mis sueños
Cantarte mil canciones
Y ahogarme en alegría,
A casi nada estoy, de
Consolar mis penas, de
Nuevas lunas llenas,
De hacerte una poesía.

A casi nada estoy...

De darte estas mis manos, de
Sentir para ti, de
escribir para ti, de
Cesar ese llanto,
Que sólo tu mujer,
Con sólo aparecer
Ya te lo has llevado.

A casi nada estoy...

O estoy a ya muy poco, de
Elevarme al cielo
Decirte lo que siento
Y de volverme loco

A casi nada estas
Te encuentras ya muy cerca
De no dejar salida...
Salirte con la... Mía
De ser mas que mi vida...





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jueves, 25 de marzo de 2010

Antonio. Cree en tus sueños, y tus sueños creerán en ti.

-Cuando era niño, me gustaba caminar por el campo, saltar sobre las plantas evitando pisar las flores. escuchar a las cigarras y sentir la dulce caricia del viento rozando con los vellos de mis brazos y de mis pantorrillas descubiertas por usar bermudas, rodar y deslizarme como la punta de un bolígrafo del anciano que redacta con orgullo su biografía llena de aventuras. con brío escribía mi historia, mi felicidad sobre el papel que me tendió la vida, disfrutaba de mi infancia, devoraba con ánimos el pan dulce que tanto me encantaba, incluso tuve una niña a quien querer y por quien ser querido, mi vida era como un cuento, solo se detenia para dormir sobre mis calidas cobijas y soñar con lo que haría al dia siguiente,- Dió un respiro hondo y comenzó a llorar, su cara tenía un gesto desconcertante, la mirada hacia abajo y sus lacrimosas y sucias mejillas parecian derretir su semblante, cometí una estupidez y pregunté: -Entonces, ¿Qué haces aquí?, él aviolentó el acento y el lenguaje y me dijo llorando: No entiendes!, Idiota! y un silencio prolongado me hizo saber que había preguntado algo que no debí, tragué saliva y dije: lo siento, pero mi disculpa se vió interrumpida por su débil voz diciendo: Son sueños, solo eso. poco a poco, su voz recobraba fuerza pero al mismo tiempo en que derramaba lágrimas y sollozaba, dijo: No entiendes, nunca dormí sobre una cama tibia! ni en una cama! dormía este sucio paradero de autobuses!, la última vez que comí pan dulce ya la he olvidado,jamás viví un cuento! ni tuve alguien a quien querer, o que me quisiera-. sus ojos rojos llenos de lágrimas como cascadas que fluían parecian salirse. -ni mis padres me quisieron!, Nunca! el viento solo me rosaba para causarme daño y el frío pentetraba por mi pantalón rasgado enfriando mis heridas, nunca salté sobre plantas. ¡NUCA FUÍ NIÑO!, aunuque quiero creer que si. no pude evitar soltar una lágrima, no tuve fuerzas para decir lo siento. sólo escuché esas paralabras que cambiaron mi vida, palabras de Antonio, un joven abandonado por sus padres, a quien durante mis rutinarios viajes a la escuela veía casi desnudo, tiritando de frío y pidiendo una moneda en las escaleras de aquella estación, sus palabras fueron: -Cree en tus sueños y tus sueñor creerán en ti. Antonio dijo esto, se recargó sonre el sucio muro del paradero y cerró sus ojos, yo sólo pude ver una sonrisa en su rostro cuando se disponía a dormir, a soñar.

martes, 9 de marzo de 2010

El Sonámbulo Juan Carlos Zapata. -Infortunios de anarcolépsicos-

-Prefacio-
"Dichosos los sonámbulos, que no pierden el tiempo soñando, para vivir lo que sueñan"
-Antítesis del prefacio-
"Desdichados los que pierden el tiempo viviendo, por vivir y no por soñar"
Anarcolépsicos mediocres...

-Ash! No me arrebates las sábanas Carlos (cómo murmullo) ¿Carlos? (mezzo piano) ¿!carlos!? (piu forte) ¿Qué haces!!!?Virginia buscó con su mano derecha el switch al lado de la cabecera, el lugar ideal para no gastar energías en levantarse comenzó a romper el himen que se forma en los ojos cuando se duerme plácidamente,(¡y vaya plácidos letargos los de Virginia!)en fín, abrió los ojos y sobre su cama, la borrosa figura de un hombre treintón de anatomía quijotesca, zanquilargo, jorobadoy con la pose de Atlas sosteniendo el mundo... Sólo un poquito menos heróico no era la viril figura de Atlas de biceps y oblicuosmarcados, sosteniendo sobre sus palmas el pesado mundo en el universo. Era simplemente Carlos, (ese el eslogan de su sencillez)repito, menos heróico que Atlas, especificamente: ropa interior de cuadritos, boxers holgados que sus delgadas piernas nolograban rellenar, espacios llenos de aire, una camiseta blanca y el cabello alborotado como nido de gorriones. ¿Qué haces Carlos?¿Carlitos, honey (joni) qué haces? dijo Virginia una vez mas, mientras lo observaba; las manos hacia el cielo, como rogando porbendiciones al gran padre, o por lluvia a Tlaloc, cómo Atlas, la descripción de nuevo interrumpida por la sicofonía de la desapasionada,salteriesca, amodorrada y aguardientosa voz de Virginia, ¿Qué haces Carlos?, (piu Dolce) Carlitos mi amor, me estas espantando, ¡Son las dos de la madrugada! ¡¿Que carajos haces parado en la cama ?!, los fugaces silencios nocturnos, duraban mucho mas de lo que debían, las delgadas rafagas de viento que entraban por la ventana hacían tiritar a Virginia, de repente una ligera sacudida dela cabeza de Carlos anunció que habia vuelto por un momento a sus cabales,-la pregunta obligada- ¡Carlos! ¿Qué haces?Carlos entreabrió la boca para decir lo siguiente: Toy sosteniendo'l techo vieja, no te quedes ahi y ayúdame! Vicky se levantó pisó la cama y los dos, remedos de Atlas sostuvieron sus sueños juntos.
-Epílogo-
"Dichosos los sonámbulos, que no pierden el tiempo soñando, para vivir lo que sueñan"-Carlos agitó la cabeza una vez mas y dijo -¿Ah Chingao?¡Pinchi vieja! andas sonámbula, acuéstate que mañana tengo que trabajar.